Los estereotipos incontrolados son armas cognitivas

Todos tenemos estereotipos. Si, todos los tenemos, si alguien lo niega es una falacia. Al igual que todos hemos escuchado y varios de vosotros los habréis dicho. Tales frases como que los españoles son vagos, al establecer una equivalencia entre  un árabe y un musulmán,  cuando visualizáis a un africano negro, al asociar a un joven de la actualidad con un «nini» (ni estudia, ni trabaja) o  cuando relacionáis a un gitano con la delicuencia.

Todos ellos son estereotipos negativos, no obstante también existen estereotipos positivos como que los asiáticos son astutos o que los alemanes son muy puntuales y formales. Pero lo que quiero plasmar en este artículo son los problemas que éstos generan y que desembocan en estereotipos y prejuicios que lo único que hacen es perjudicarnos. Y en muchas ocasiones degeneran en discriminación. El objetivo es ser conscientes de estas creencias para no actuar en consonancia al estereotipo y evitar dañar tanto al individuo como a la comunidad estigmatizada.

A pesar de que los conceptos de estereotipo, prejuicio y discriminación están presentes en diversos contextos, en mi opinión hay un sobreuso y es posible que la sociedad no sepa exactamente su significado. Desde un punto de vista teórico, el estereotipo es la creencia de que los miembros de un grupo comparten una característica particular ya sea el aspecto físico, intereses ,ocupaciones, a nivel cultural… Son básicamente cognitivos y se tratan de  esquemas simplificados sobre cómo son vistos ciertos grupos y su manera de comportarse. Desde un punto de vista biológico, nuestro cerebro está predispuesto a categorizar para simplificar la realidad, por lo que se desarrollan estereotipos cuando observamos a una persona que no habla la misma lengua que nosotros o que tiene una cultura diferente. Como se tratan de generalizaciones sobre los miembros de un cierto grupo (cultural,político, de género…) que provocan una tendencia a  acentuar las semejanzas  entre los miembros del grupo y diferencias con respecto a nuestro grupo, sobre todo cuando la categorización tiene importancia para quien la hace.Consideremos los prejuicios como la fase evolutiva posterior a los estereotipos. Es una actitud, mayoritariamente negativa hacia los miembros de un grupo, por lo que tiene un componente afectivo. Es la evaluación de alguien basada en su sexo,religión… Y por último, estos dos conceptos pueden conducir a la discriminación (positiva como lo es el favoritismo o negativa es decir actos que dañan a los demás), es una conducta dirigida a alguien únicamente por pertenecer a un determinado grupo. A diferencia de los estereotipos y prejuicios, la discriminación es observable ya que se plasma a través de actos. Asímismo como bien sabemos cuando la discriminación se basa en los prejuicios hacia un grupo racial se denomina racismo y cuando se basa en el sexo, la llamamos sexismo.

Hay diversas teorías que explican el por qué se dan los prejuicios ya sea por factores motivacionales ya que servirían para reducir estados emocionales negativos o para satisfacer necesidades básicas. También se habla de factores socioculturales es decir que los prejuicios aparecen por aprendizaje social ya sea en el seno de la familia, escuela, medios de comunicación… Es más,los personajes de los cuentos infantiles llevan implícitos una serie de estereotipos para diferenciar el bien del mal dentro de un marco cultural determinado cargados de sexismo.  A pesar de las adaptaciones que se han ido llevando a cabo a lo largo de los años, los roles de los personajes muestran unas características y valores muy estancados a través de las descripciones y acciones de estos en los textos infantiles. Asimismo, los personajes ofrecen un gran carácter moralizador que marca tendencia en las actitudes y valores de los más pequeños. También se observan estereotipos de género, que son vistos con normalidad por los niños y niñas que leen o escuchan estos cuentos, tomándolo como ejemplos a seguir. Por ello, invito a todos los padres y educadores a estar más atentos en este aspecto.A su vez también se ha estudiado que pueden considerarse el resultado de un conflicto previo entre diferentes grupos sociales que estan compitiendo por unos recursos económicos o materiales escasos (trabajo, estutus social, prestigio, dinero…). Con respecto a este último factor, todos nosotros podemos coger como referencia a la política de nuestros días, en la que cada vez más las personas de izquierdas y de derechas se menosprecian mutuamente guiándose por estereotipos y juzgando la moralidad del prójimo por sus ideales políticos. Y creo que con respecto a esto,todos deberiamos reflexionar antes de utilizar un procesamiento heurístico de la información  que aunque nos haga ahorrar tiempo y energía, también sesga nuestro razonamiento y nos lleva a pensar erróneamente. No voy a entrar más en detalles respecto a este tema tan polémico ya que la política lo es, prefiero dejarlo en el aire para no crear limitaciones en el pensamiento de nadie. Así todo el mundo reflexiona y si quiere tiene la oportunidad de corregirse. Asímismo, hay factores de personalidad que hacen que dichas personas tiendan a tener más prejuicios. Son personas con actitudes más etnocéntricas y que vienen de familias con una disciplina más rígida, severa y autoritaria. Y por último hay ciertos factores cognitivos que nos hacen que tendemos a categorizar ya que es un proceso básico, automático y con una función adaptativa que paradójicamente se vuelve desadaptativa cuando dañamos al prójimo. No obstante estaría bien que los estereotipos se olvidasen como podemos olvidar el nombre del actor o actriz que salió ayer en nuestra serie favorita. Desgraciadamente, hacemos uso de un procesamiento selectivo de la información. En primer lugar, hablaremos de la atención selectiva es decir que nos fijaremos en la información que confirma nuestro estereotipo y no prestaremos atención a la información que lo desconfirma. Por ejemplo si pensamos que las personas de derechas son malas, cuando salga por televisión una persona que ha realizado un acto mal visto por la sociedad que además es de derechas, esto estará reforzando el estereotipo ya que le hemos prestado atención. En cambio si el que ha realizado este acto es de izquierdas (y tenemos un cierto favoritismo hacia este colectivo) no le prestaremos atención. Por otro lado, esta la percepción selectiva, esto ocurre cuando interpretamos cierta información en función de nuestras creencias (estereotipos), una misma noticia se interpreta de manera distinta en el periódico El País y en el ABC. Por ello, conviene destacar que leamos el periodico que leamos, debemos ser cautelosos y tener en cuenta que pueden estar relatando la noticia en función de una variedad de estereotipos. Y por último, está la memoria selectiva. Es decir que la información que es congruente con nuestro estereotipo la recordaremos mejor que la que no coincide.Esto ocurre para validar nuestro estereotipo y olvidamos la información incongruente con el estereotipo para no experimentar lo que denominamos disonancia cognitiva (explicado en el artículo «Amamos a  los animales pero también nos los comemos»). Por lo que nuestro cerebro actúa en consonancia con lo que parece ser adaptativo para nosotros, aunque en realidad lo único que esta haciendo es reforzar un arma cognitiva que si se utiliza erróneamente, se hiere a los demás y me hace pensar que Hobbes puede tener algo de razón «El hombre es un lobo para el hombre». No obstante, hay una parte de mí, que tiene una esperanza en el ser humano y que todos podemos aprender de nuestros errores. Y con los recursos y conocimientos necesarios podemos evitar disociar las culturas estigmatizándolas sólo porque son diferentes a la nuestra. Todos debemos ponernos en la piel de los demás, es lo que llamamos empatía, y como me decían a mí cuando era pequeña, no hagas lo que no te gustaría que te hiciesen. Sólo por un momento intenta ponerte en el lugar de las personas más estereotipados y dí lo que sientes. Estoy segura que el malestar te invade al pensar en los miles de refugiados políticos, ambientales, de guerra que están siendo rechazados por muchos países, intenta por unos segundos observar el mundo como lo hacen ellos… si, lo sé, es desolador. Pero este ejercicio de metacognición y de autoconocimiento os está enriqueciendo como personas. Estemos más despiertos y atentos, vale la pena, ya que como lo dijo Voltaire «los prejuicios son la razón de los tontos«.

Agradecimientos:

– Whorchel, S., Cooper, J., Goethals, G.R. i Olson, J.M. (2003).Psicología Social.Madrid:Thompson.Capítulo 7.

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